Aquí va una historia que le paso al hermano de mi novia, cuando me la contó me quede mudo
, ya paso un año y me sigue sorprendiendo.
Él trabaja en una compañía dedicada a todo lo relacionado a maquinaria de construcción (para evitar nombres), y esta compañía también le da soporte y mantenimiento a una de las mineras más famosas de Guatemala ubicada al nor-occidente. En cada viaje iba una comitiva como de diez personas incluyéndolo a él como jefe y varios técnicos, entre otros. Cabe mencionar que el viaje hasta esta mina es muy difícil debido a la carretera, de hecho, el poblado más cercano está a dos horas.
Después de haber terminado la jornada de trabajo, la comitiva representada por cuatro pick ups disponían a regresar al hotel a pasar la noche, a todo esto eran las 6:00 pm, relativamente oscuro y esperaba un camino muy silencioso. Ya en la carretera después de haber cursado una hora y media de camino, el hermano de mi novia (segundo vehículo) se percató de una silueta como de una niña sentada sobre una piedra de considerable tamaño, no había terminado de pensar en esa niña sola en medio de la nada con esa oscuridad y sin compañía cuando el ultimo pick up (el cuarto vehículo) frena súbitamente alertando al vehículo delante de él. Por ser un camino de terracería a pesar de ir en caravana se toma la distancia entre vehículos aproximadamente de 200m. Al ver el segundo pick up que había perdido las luces de su alcance, decidió bajar la velocidad, alertar y posteriormente regresar con los demás. Cuando llegaron el copiloto discutía con los del tercer pick up diciendo: “Donde esta!?” “Donde esta!?”. Atónito el piloto del tercer pickup le pregunta: “Quien? Pero a quien estas buscando?”. Y el copiloto responde: “La niña!! Apareció después que ustedes pasaron, no nos dio tiempo de frenar y le pasamos encima”. Muy sorprendidos todos empezaron a buscar el cuerpo mientras que mi “cuñado” le pregunto al copiloto si aquella niña que había visto sobre la piedra llenaba ese perfil, lo cual el copiloto afirmo correctamente. Sin embargo el piloto del cuarto pickup no había dicho nada, aun seguía aferrado al timón en estado de shock, con ayuda de los compañeros lograron subirlo a otro vehículo y salir del lugar los más pronto posible. Al llegar al hotel atendieron al piloto con el fin que volviera en sí, hasta que poco a poco logro conciliar el sueño. Esa noche todos comentaron el tema y confirmaron los tres pickups que iban adelante que vieron a esa niña en la piedra. Al día siguiente ya más relajados le preguntaron al piloto que le había pasado y respondió: “Cuando ustedes pasaron a la par de esa gran piedra simplemente una niña apareció de pronto frente al carro, por más que frene no pude evitar atropellarla, le dije a mi copiloto que se bajara y buscara a la niña bajo el carro, y cuando disponía yo a bajarme se me ocurrió ver el retrovisor, cuando la vi, vi a la niña sentada en el asiento de atrás viéndome fijamente. Un frio atravesó mi espalda y no me pude mover hasta que me ayudaron”. Sorprendidos todos no supieron más que decir, emprendieron su viaje a la capital dejándolo todo como una anécdota más.
Fin.