Hay un familiar al que le fue muy bien en la vida en términos de trabajo y jefaturas. Trabajó en empresas grandes, nacionales y extranjeras, también abrió sus propias empresas (s, en plural). Si digo que es buena persona y que le da de comer a perros del campo, para muchos es como que pase una mosca, así que en términos que comprenden los velmaxianos comunes: tiene pisto, si quisiera se compraría cualquier carro nuevo, de agencia, versión de lujo, y unos 4 de backup idénticos para guardarlos en cualquiera de sus propiedades, ni modo es lo que mucha gente entiende por éxito). El del pisto es él, no yo, yo soy pobretón
Por ser familia hay chingo de conversaciones de cajón: el famoso doctor fulano de tal estudió con él, fueron compañeros del arquitecto famoso mengano de tal, y así sigue una enorme lista de personas de renombre. Cuando enfermó X persona fuimos a un enorme hospital y resulta que el especialista (cardiólogo) también estudió en el mismo lugar. Lo importante es que todos son egresados del
Instituto Nacional Central para Varones, y luego la mayoría estudio en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Este 2022 he pasado seguido frente al instituto y se me viene a la mente la pregunta de qué pumas pasó.
Para ingresar al establecimiento debían tener apellidos europeos, ojos claros, y depositar un tributo a la iglesia católica en oro. Contaban con escritorios finos y butacas de cuero, alta sociedad y modales finos
¡Leeeejos!, cuenta este familiar (y otros que estudiaron ahí), historias de peleas, gente montonera, maestros crueles, se robaban los panes constantemente, los que llevaban porque la mayoría entraba y salía con la tripa pegada del hambre, y de vez en cuando había epidemia de piojos
. De ese mismo instituto salió Colom Argueta, Enrique Gomez Carrillo, Miguel Ángel Asturias, Hector Gaitan, etc etc etc. la lista es enorme.
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