Ronnie
01-Aug-2006, 21:33
Cierto joven soñaba con tener una Harley Davidson, así que decidió ahorrar lo suficiente y fue a un almacén especializado y compró su moto soñada. Luego de escogerla, el vendedor le advierte entre otras cosas que si la deja afuera mientras llueve, puede oxidarse. Así que le recomienda que siempre tenga un frasco de vaselina a la mano para untarle a la moto.
Unos meses después, el joven se enamora de una chica y ella lo invita a su casa para que conociera a sus padres.
Cuando el joven llega en su Harley, antes de entrar ella le advierte:
"En mi familia hay una vieja tradición, y es que después de la cena, al primero que hable le toca lavar los platos por toda la semana".
Después de una extensa y deliciosa cena, el joven se fija
en la inmensa montaña de platos sin lavar, mientras todos se sientan en silencio, esperando al primero que hable, pues nadie quería lavar los platos.
Pasaron 90 largos minutos y el joven ya un poco impaciente, para
acelerar un poco las cosas, toma a su novia y la empieza a besar,
en frente de todos, como nadie dice ni una sola palabra, continúa con caricias cada vez más comprometedoras y el resto de la gente no dice una sola palabra, entonces, decide tomar medidas extremas: toma a su novia, empieza a desprenderla de sus ropas, la pone sobre la mesa y empieza a tener sexo con ella desenfrenadamente. Nadie dice una palabra.
Ahora el tipo está aún más intrigado, así que de un jalón toma a la cuñada y le hace lo mismo que a la novia y todo sigue igual, nadie habla nada. Ahora ya desesperado toma a su suegra la tira contra un sofá y tiene sexo con ella aún más salvaje que con la novia...
¡Pero nadie dice ni una palabra!.
El joven está a punto de reventar y no sabe qué hacer, cuando en la
distancia se oyen unos truenos.
Su primer pensamiento es proteger su Harley Davidson, así que saca cuidadosamente de su bolsillo el frasco de vaselina, cuando de pronto con un grito cortante le exclama el suegro:
"¡Está bien, está bien pedazo de Cabrón, usted gana!!! ¡Yo lavo, Yo lavo los platos.!".
Unos meses después, el joven se enamora de una chica y ella lo invita a su casa para que conociera a sus padres.
Cuando el joven llega en su Harley, antes de entrar ella le advierte:
"En mi familia hay una vieja tradición, y es que después de la cena, al primero que hable le toca lavar los platos por toda la semana".
Después de una extensa y deliciosa cena, el joven se fija
en la inmensa montaña de platos sin lavar, mientras todos se sientan en silencio, esperando al primero que hable, pues nadie quería lavar los platos.
Pasaron 90 largos minutos y el joven ya un poco impaciente, para
acelerar un poco las cosas, toma a su novia y la empieza a besar,
en frente de todos, como nadie dice ni una sola palabra, continúa con caricias cada vez más comprometedoras y el resto de la gente no dice una sola palabra, entonces, decide tomar medidas extremas: toma a su novia, empieza a desprenderla de sus ropas, la pone sobre la mesa y empieza a tener sexo con ella desenfrenadamente. Nadie dice una palabra.
Ahora el tipo está aún más intrigado, así que de un jalón toma a la cuñada y le hace lo mismo que a la novia y todo sigue igual, nadie habla nada. Ahora ya desesperado toma a su suegra la tira contra un sofá y tiene sexo con ella aún más salvaje que con la novia...
¡Pero nadie dice ni una palabra!.
El joven está a punto de reventar y no sabe qué hacer, cuando en la
distancia se oyen unos truenos.
Su primer pensamiento es proteger su Harley Davidson, así que saca cuidadosamente de su bolsillo el frasco de vaselina, cuando de pronto con un grito cortante le exclama el suegro:
"¡Está bien, está bien pedazo de Cabrón, usted gana!!! ¡Yo lavo, Yo lavo los platos.!".