chronos
06-Dec-2014, 09:07
Pareceria que lo inverosimil en los hospitales nacionales es algo tan comun, que los responsables simplemente no le dan importancia ...
Estudiar para curar bajo amenazas de torturas (http://www.contrapoder.com.gt/es/179/actualidad/1813/Estudiar-para-curar-bajo-amenazas-de-torturas.htm)
En los cuatro hospitales escuela del país, los estudiantes y residentes reportan casos de abuso, acoso, discriminación e incluso, tortura. Son sujetos a jornadas de más de 32 horas cada tres o cuatro días, que por sanciones se prolongan a más de 40. A ese panorama se suman castigos físicos y psicológicos con los que lidian los futuros médicos de Guatemala.
http://www.contrapoder.com.gt/get_img?ImageWidth=650&ImageHeight=450&ImageId=3723
(...)
ESTUDIAR ENTRE TORTURA
El titular del Ministerio de Salud, Luis Enrique Monterroso, menciona la palabra tortura cuando describe castigos como extender los turnos, lidiar con áreas inhumanas de descanso y abusos de diferentes tipos. Por eso giró un oficio el 15 de octubre a los directores de los cuatro hospitales escuelas principales (Cuilapa, Occidente, Roosevelt y San Juan).
“En reiteradas ocasiones se han recibido denuncias de estudiantes de pregrado y posgrado (…) han manifestado que constantemente reciben por parte de los jefes de servicio y médicos residentes maltrato, acoso sexual, discriminación, castigos infames, sometimiento a jornadas extremas y otros actos que vulneran la dignidad de las personas, lo que compromete la calidad del aprendizaje y servicio que brindan dichos estudiantes”.
El documento solicita investigar y someter a los responsables al “régimen disciplinario de conformidad con lo estipulado a partir del artículo 74 del decreto 17-48, Ley de Servicio Civil”. La norma establece cuatro clases de sanciones graduales (por gravedad de la falta): verbal, escrita, suspensión del trabajo sin goce de sueldo por un máximo de 30 días y suspensión sin goce de sueldo en casos de detención y prisión provisional.
Sin embargo, advierte Juan Carlos Villeda, asesor del ministerio, “cuando los investigadores llegan a los hospitales, las mismas personas que venían siendo castigadas lo niegan todo. Pero conocemos el fenómeno desde dentro y sabemos qué sucede”.
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Estudiar para curar bajo amenazas de torturas (http://www.contrapoder.com.gt/es/179/actualidad/1813/Estudiar-para-curar-bajo-amenazas-de-torturas.htm)
En los cuatro hospitales escuela del país, los estudiantes y residentes reportan casos de abuso, acoso, discriminación e incluso, tortura. Son sujetos a jornadas de más de 32 horas cada tres o cuatro días, que por sanciones se prolongan a más de 40. A ese panorama se suman castigos físicos y psicológicos con los que lidian los futuros médicos de Guatemala.
http://www.contrapoder.com.gt/get_img?ImageWidth=650&ImageHeight=450&ImageId=3723
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ESTUDIAR ENTRE TORTURA
El titular del Ministerio de Salud, Luis Enrique Monterroso, menciona la palabra tortura cuando describe castigos como extender los turnos, lidiar con áreas inhumanas de descanso y abusos de diferentes tipos. Por eso giró un oficio el 15 de octubre a los directores de los cuatro hospitales escuelas principales (Cuilapa, Occidente, Roosevelt y San Juan).
“En reiteradas ocasiones se han recibido denuncias de estudiantes de pregrado y posgrado (…) han manifestado que constantemente reciben por parte de los jefes de servicio y médicos residentes maltrato, acoso sexual, discriminación, castigos infames, sometimiento a jornadas extremas y otros actos que vulneran la dignidad de las personas, lo que compromete la calidad del aprendizaje y servicio que brindan dichos estudiantes”.
El documento solicita investigar y someter a los responsables al “régimen disciplinario de conformidad con lo estipulado a partir del artículo 74 del decreto 17-48, Ley de Servicio Civil”. La norma establece cuatro clases de sanciones graduales (por gravedad de la falta): verbal, escrita, suspensión del trabajo sin goce de sueldo por un máximo de 30 días y suspensión sin goce de sueldo en casos de detención y prisión provisional.
Sin embargo, advierte Juan Carlos Villeda, asesor del ministerio, “cuando los investigadores llegan a los hospitales, las mismas personas que venían siendo castigadas lo niegan todo. Pero conocemos el fenómeno desde dentro y sabemos qué sucede”.
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