cesarrodas
12-Oct-2011, 11:00
TIEMPOS DORADOS DE NUESTRA GUATEMALA, ALGO QUE NECESITAMOS EN ESTOS DIAS, HACER VALER LA LEY.................
Miculax fue fusilado mediante un procedimiento abreviado, impulsado durante el gobierno de Arévalo y motivado por la alarma de la sociedad de aquellos días. (Foto portada de El Imparcial)
En el año 1946 la sociedad guatemalteca le envió un mensaje claro a todo aquel criminal que amenazara la tranquilidad del país y la seguridad de sus ciudadanos, especialmente los niños y adolescentes. El juicio y fusilamiento de Miculax , así como todas las acciones llevadas a cabo para lograrlo se constituyeron en una verdadera advertencia de lo que pasaría a todo aquel siguiera los pasos del tristemente famoso asesino.
http://valdizan.com/wp-content/uploads/2010/07/Fusilamiento-de-Miculax-500x317.jpg
El momento histórico, el sentido común, pero sobretodo la complicidad ciudadana, hicieron posible que los guatemaltecos dieran una respuesta contundente a una serie de crímenes cometidos con saña, desprecio a la vida y a la inferioridad física e indefensión de las víctimas. Miculax no era más peligroso, sin embargo, que muchos de los pandilleros que ya han acaparado la atención pública en nuestros días, quienes harían ver a este conocido mito histórico, como un parvulario en una escuela de delincuentes.
El asesino en Serie:
José María Miculax Bux fue un asesino en serie que entre los meses de enero a abril del año 1946 dio muerte en compañía de su primo Mariano Macú Miculax a entre 14 y 15 niños y adolescentes, después de abusar sexualmente de ellos y mientras les asfixiaba utilizando una cuerda con la que ataba las manos y el cuello de sus víctimas. Aquél sicópata creó un ambiente de zozobra y temor en la Guatemala de aquellos días, obligando a todas las fuerzas de seguridad a dedicarse a la cacería, del sujeto o sujetos, involucrados en estos actos.
De esa forma los habitantes de la ciudad capital, Mixco y La Antigua, fueron testigos de aparecimiento de los cuerpos de los jovencitos asesinados, a intervalos relativamente cortos, en algunos momentos, casi a diario, lo que incrementaba el temor así como la presión pública sobre las fuerzas de seguridad y la administración del Presidente Juan José Arévalo, que no podía permitir que a tan breve plazo, la sociedad comenzara a extrañar a Jorge Ubico, como años después sucedió.
Las víctimas
A continuación un listado en el que pueden faltar algunos nombres y datos, pero que nos da una idea de la sucesión de los eventos y a identidad de los fallecidos, todos varones, adolescentes y preadolescentes.
1.Enrique Sactic Cuyuch (14 años) apareció su cuerpo el 23 de febrero
2.Oscar Emilio López (12 años ) apareció su cuerpo el 15 de marzo
3.Cesar Augusto Bolfovich (13 años) aparecido su cuerpo el 28 de marzo
4.XXX (11 años) fecha no especificada pero apareció el cuerpo antes del 5 de abril
5.Francisco Juárez Ajvix apareció su cuerpo el 5 de abril
6.Gumersindo Flores (13 años) apareció su cuerpo el 5 de abril
7.Jesús Reyes , apareció su cuerpo el 17 de abril
8.Cecilio Uyú Pirir (13 años) apareció su cuerpo el 18 de abril
9.XXX, 15 años ( aparecido el cadáver entre el 15 al 18 de abril)
10.XXX, (13 a 16 años) aparecido su cuerpo el 21 de abril
11.XXX, aparecido su cuerpo el 22 de abril
12.Nicolás Antonio Gómez Reyes
13.Juan Lorenzo Iboy, desaparecido desde el 25 de abril
14.Rolando Castillo
La captura y el juicio
Fue a finales del mes de abril, cuando por fin, tras la descripción proporcionada por una anciana, que se capturó el día 26, a Miculax y posteriormente, el 27 en La Antigua, a su primo Mariano, no sin antes haber realizado, la policía, dos detenciones previas que resultaron erróneas. José María Miculax confesó sin dificultad ante el Juez 5º de Paz sus crímenes, señalando a Mariano como su cómplice, este a su vez, negó los hechos pero tras un careo las autoridades notaron las inconsistencias y le inculparon también.
Varios niños fueron llamados por las autoridades para realizar la identificación, todos aquellos que habían logrado escapar tras ser perseguidos con una cuerda por los encartados. Asimismo la mujer que había dado previamente una descripción aportó un dato importante, pues Miculax tenía un problema al caminar que lo hacía notorio. Así las cosas, el mismo acusado condujo a la policía a donde se encontraban dos cadáveres que aún no habían encontrado.
Mucho se habló del papel que habría jugado el Presidente Arévalo en todo esto, pero lo que fue evidente es que para juzgar al asesino y a su primo se promulgó legislación especial que abreviaba los procedimientos, esto es, el decreto 235 del Congreso de la República bautizado popularmente como la Ley Miculax, de tal manera, que si los acusados fueron capturados el 26 y 27 de abril de 1946, para el día 18 de junio, del mismo año, José María Miculax Bux era sentenciado a la pena capital y su primo Mariano Macú Miculax a treinta años de cárcel, después habiendo pasado por todas las instancias legales, Miculax enfrentó al pelotón de fusilamiento el 18 de julio de 1946.
Parte considerativa de la Ley Miculax
“ Considerando: Que existen hechos delictuosos cuya comisión por su naturaleza causa justificada alarma en la sociedad, y que exigen un procedimiento rápido para que la ley sea aplicada sin más demora que la estrictamente necesaria para la comprobación de los hechos y el ejercicio del derecho de defensa de los enjuiciados a fin de restablecer la tranquilidad social.”
La ejecución fue pública, a ella asistió una multitud que se dio cita frente a la pared exterior del Cementerio General, allí Miculax bebió sus dos últimos “octavos” y recibió asistencia espiritual. Momentos antes de ser acribillado por el pelotón gritaba que quería hablarle a los presentes insistiendo en que él solo había matado a cuatro y su primo al resto y a este lo dejaban vivo. La leyenda del asesino en serie se incrementó, cuando con posterioridad, al fusilamiento la facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos decidió hacer estudios del cadáver y en particular de la cabeza del criminal, para lo cual fue retirada del cuerpo, hasta que en los años noventa se reportó que la misma había sido robada.
Las Lecciones que dejó Miculax
Para muchas generaciones posteriores de niños, este personaje de la Guatemala de ayer, se convirtió en la advertencia para evitar el contacto con extraños e incluso para mantener el comportamiento que sus padres esperaban de ellos, pero más allá de eso, Miculax fue la advertencia para todo aquel que decidiese recorrer sus pasos.
Miculax fue fusilado mediante un procedimiento abreviado, impulsado durante el gobierno de Arévalo y motivado por la alarma de la sociedad de aquellos días. (Foto portada de El Imparcial)
En el año 1946 la sociedad guatemalteca le envió un mensaje claro a todo aquel criminal que amenazara la tranquilidad del país y la seguridad de sus ciudadanos, especialmente los niños y adolescentes. El juicio y fusilamiento de Miculax , así como todas las acciones llevadas a cabo para lograrlo se constituyeron en una verdadera advertencia de lo que pasaría a todo aquel siguiera los pasos del tristemente famoso asesino.
http://valdizan.com/wp-content/uploads/2010/07/Fusilamiento-de-Miculax-500x317.jpg
El momento histórico, el sentido común, pero sobretodo la complicidad ciudadana, hicieron posible que los guatemaltecos dieran una respuesta contundente a una serie de crímenes cometidos con saña, desprecio a la vida y a la inferioridad física e indefensión de las víctimas. Miculax no era más peligroso, sin embargo, que muchos de los pandilleros que ya han acaparado la atención pública en nuestros días, quienes harían ver a este conocido mito histórico, como un parvulario en una escuela de delincuentes.
El asesino en Serie:
José María Miculax Bux fue un asesino en serie que entre los meses de enero a abril del año 1946 dio muerte en compañía de su primo Mariano Macú Miculax a entre 14 y 15 niños y adolescentes, después de abusar sexualmente de ellos y mientras les asfixiaba utilizando una cuerda con la que ataba las manos y el cuello de sus víctimas. Aquél sicópata creó un ambiente de zozobra y temor en la Guatemala de aquellos días, obligando a todas las fuerzas de seguridad a dedicarse a la cacería, del sujeto o sujetos, involucrados en estos actos.
De esa forma los habitantes de la ciudad capital, Mixco y La Antigua, fueron testigos de aparecimiento de los cuerpos de los jovencitos asesinados, a intervalos relativamente cortos, en algunos momentos, casi a diario, lo que incrementaba el temor así como la presión pública sobre las fuerzas de seguridad y la administración del Presidente Juan José Arévalo, que no podía permitir que a tan breve plazo, la sociedad comenzara a extrañar a Jorge Ubico, como años después sucedió.
Las víctimas
A continuación un listado en el que pueden faltar algunos nombres y datos, pero que nos da una idea de la sucesión de los eventos y a identidad de los fallecidos, todos varones, adolescentes y preadolescentes.
1.Enrique Sactic Cuyuch (14 años) apareció su cuerpo el 23 de febrero
2.Oscar Emilio López (12 años ) apareció su cuerpo el 15 de marzo
3.Cesar Augusto Bolfovich (13 años) aparecido su cuerpo el 28 de marzo
4.XXX (11 años) fecha no especificada pero apareció el cuerpo antes del 5 de abril
5.Francisco Juárez Ajvix apareció su cuerpo el 5 de abril
6.Gumersindo Flores (13 años) apareció su cuerpo el 5 de abril
7.Jesús Reyes , apareció su cuerpo el 17 de abril
8.Cecilio Uyú Pirir (13 años) apareció su cuerpo el 18 de abril
9.XXX, 15 años ( aparecido el cadáver entre el 15 al 18 de abril)
10.XXX, (13 a 16 años) aparecido su cuerpo el 21 de abril
11.XXX, aparecido su cuerpo el 22 de abril
12.Nicolás Antonio Gómez Reyes
13.Juan Lorenzo Iboy, desaparecido desde el 25 de abril
14.Rolando Castillo
La captura y el juicio
Fue a finales del mes de abril, cuando por fin, tras la descripción proporcionada por una anciana, que se capturó el día 26, a Miculax y posteriormente, el 27 en La Antigua, a su primo Mariano, no sin antes haber realizado, la policía, dos detenciones previas que resultaron erróneas. José María Miculax confesó sin dificultad ante el Juez 5º de Paz sus crímenes, señalando a Mariano como su cómplice, este a su vez, negó los hechos pero tras un careo las autoridades notaron las inconsistencias y le inculparon también.
Varios niños fueron llamados por las autoridades para realizar la identificación, todos aquellos que habían logrado escapar tras ser perseguidos con una cuerda por los encartados. Asimismo la mujer que había dado previamente una descripción aportó un dato importante, pues Miculax tenía un problema al caminar que lo hacía notorio. Así las cosas, el mismo acusado condujo a la policía a donde se encontraban dos cadáveres que aún no habían encontrado.
Mucho se habló del papel que habría jugado el Presidente Arévalo en todo esto, pero lo que fue evidente es que para juzgar al asesino y a su primo se promulgó legislación especial que abreviaba los procedimientos, esto es, el decreto 235 del Congreso de la República bautizado popularmente como la Ley Miculax, de tal manera, que si los acusados fueron capturados el 26 y 27 de abril de 1946, para el día 18 de junio, del mismo año, José María Miculax Bux era sentenciado a la pena capital y su primo Mariano Macú Miculax a treinta años de cárcel, después habiendo pasado por todas las instancias legales, Miculax enfrentó al pelotón de fusilamiento el 18 de julio de 1946.
Parte considerativa de la Ley Miculax
“ Considerando: Que existen hechos delictuosos cuya comisión por su naturaleza causa justificada alarma en la sociedad, y que exigen un procedimiento rápido para que la ley sea aplicada sin más demora que la estrictamente necesaria para la comprobación de los hechos y el ejercicio del derecho de defensa de los enjuiciados a fin de restablecer la tranquilidad social.”
La ejecución fue pública, a ella asistió una multitud que se dio cita frente a la pared exterior del Cementerio General, allí Miculax bebió sus dos últimos “octavos” y recibió asistencia espiritual. Momentos antes de ser acribillado por el pelotón gritaba que quería hablarle a los presentes insistiendo en que él solo había matado a cuatro y su primo al resto y a este lo dejaban vivo. La leyenda del asesino en serie se incrementó, cuando con posterioridad, al fusilamiento la facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos decidió hacer estudios del cadáver y en particular de la cabeza del criminal, para lo cual fue retirada del cuerpo, hasta que en los años noventa se reportó que la misma había sido robada.
Las Lecciones que dejó Miculax
Para muchas generaciones posteriores de niños, este personaje de la Guatemala de ayer, se convirtió en la advertencia para evitar el contacto con extraños e incluso para mantener el comportamiento que sus padres esperaban de ellos, pero más allá de eso, Miculax fue la advertencia para todo aquel que decidiese recorrer sus pasos.