fernandito
09-Apr-2011, 08:32
lo busque y no es repost :si:
Historia de un hombre ateo
Un ateo estaba paseando por un bosque, admirando todo lo que aquel “accidente de la evolución” había creado.
-¡Pero que árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué bellos animales! Él iba diciendo.
A medida que caminaba a lo largo del río, escuchaba un ruido en los arbustos tras de sí.
El se giró para mirar. Fue entonces cuando vio un corpulento oso pardo caminando en su dirección.
http://ociofx.com/wp-content/uploads/2011/04/oso-pardo-300x185.jpgAterrado, echó a correr lo más rápido que pudo. Miró por encima del hombro y reparó en que el oso estaba demasiado cerca.
¡Aumentó la velocidad! Era tanto su miedo, que las lágrimas le vinieron a los ojos.
Fue entonces cuando tropezó y cayó desamparado.
Rodó por el suelo e intentó levantarse. …Sólo que el oso estaba ya sobre él, procurando sujetarlo con su fuerte pata izquierda y -con la otra pata- intentando agredirlo ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo clamó: ¡Oh Dios mio !
Entonces el tiempo paró. El oso quedó sin reacción. El bosque se sumergió en silencio. Hasta el río paró de correr.
A medida que una luz clara brillaba, una voz venia del cielo diciendo: ”Tú negaste mi existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que Yo no existía, y redujiste la creación a “un accidente cósmico”. ¿Esperas que yo te ayude a salir de ese apuro? ¿Debo yo esperar que tengas fe en mi?
El ateo miró directamente la luz y dijo: Sería, de hecho, hipócrita de mi parte pedir que, de pronto, me pases a tratar como un cristiano. Mas, tal vez… puedas volver cristiano al oso…
¡Muy bien! dijo la voz.
La luz despareció. El río volvió a correr. y los sonidos del bosque volvieron.
Y, entonces, el oso recogió las patas, hizo una pausa, bajó la cabeza y habló:
Señor, bendice este alimento que ahora voy a comer.
Amén.
Historia de un hombre ateo
Un ateo estaba paseando por un bosque, admirando todo lo que aquel “accidente de la evolución” había creado.
-¡Pero que árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué bellos animales! Él iba diciendo.
A medida que caminaba a lo largo del río, escuchaba un ruido en los arbustos tras de sí.
El se giró para mirar. Fue entonces cuando vio un corpulento oso pardo caminando en su dirección.
http://ociofx.com/wp-content/uploads/2011/04/oso-pardo-300x185.jpgAterrado, echó a correr lo más rápido que pudo. Miró por encima del hombro y reparó en que el oso estaba demasiado cerca.
¡Aumentó la velocidad! Era tanto su miedo, que las lágrimas le vinieron a los ojos.
Fue entonces cuando tropezó y cayó desamparado.
Rodó por el suelo e intentó levantarse. …Sólo que el oso estaba ya sobre él, procurando sujetarlo con su fuerte pata izquierda y -con la otra pata- intentando agredirlo ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo clamó: ¡Oh Dios mio !
Entonces el tiempo paró. El oso quedó sin reacción. El bosque se sumergió en silencio. Hasta el río paró de correr.
A medida que una luz clara brillaba, una voz venia del cielo diciendo: ”Tú negaste mi existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que Yo no existía, y redujiste la creación a “un accidente cósmico”. ¿Esperas que yo te ayude a salir de ese apuro? ¿Debo yo esperar que tengas fe en mi?
El ateo miró directamente la luz y dijo: Sería, de hecho, hipócrita de mi parte pedir que, de pronto, me pases a tratar como un cristiano. Mas, tal vez… puedas volver cristiano al oso…
¡Muy bien! dijo la voz.
La luz despareció. El río volvió a correr. y los sonidos del bosque volvieron.
Y, entonces, el oso recogió las patas, hizo una pausa, bajó la cabeza y habló:
Señor, bendice este alimento que ahora voy a comer.
Amén.