Guayo
26-Mar-2010, 23:07
La policía de Melbourne inmovilizó este viernes el coche de Lewis Hamilton por conducción temeraria, cuando el campeón del mundo británico se dedicaba a hacer trompos y quemar neumáticos en Lakeside Drive, al noroeste de la ciudad, cerca de Santa Kilda. Hamilton regresaba ya a su hotel, tras la jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Australia de F-1, cuando un grupo de aficionados comenzó a aplaudirle y él quiso recompensarles con algunas extravagancias.
El piloto británico, de 25 años, conducía un Mercedes y al llegar a una zona muy concurrida por aficionados al automovilismo en estos días de carreras, creó su propio espectáculo y realizó trompos, derrapes y frenadas para quemar neumáticos. La concurrencia quedó encantada. Pero Hamilton fue parado por la policía local, su coche fue inmovilizado y será citado ante la justicia y, probablemente, multado por conducción temeraria en el centro de la ciudad. Ron Walker, presidente de la organización el Gran Premio de Australia, que se disputa el domingo, confesó que no sabía nada del incidente cuando fue requerido por los medios de comunicación locales.
"Conduje de manera temeraria y, como consecuencia, me paró la policía", confesó después Hamilton en un comunicado emitido por el equipo McLaren. "Lo que hice es una idiotez y pido perdón por ello". El incidente se produce justo dos días antes de la segunda carrera del Mundial de F-1, con lo que adquiere cierta gravedad. Nadie podrá librar a Hamilton de una multa ejemplar, pero parece difícil que llegue a ser detenido.
Sin embargo, no es la primera vez que el británico tiene incidentes con la policía. En diciembre de 2007, en Francia le retiraron el carnet de conducir cuando un radar detectó su Mercedes CLK a 196 km/h en la autopista entre Calais y Reims, al norte del país, en la que podía circularse a 130 km/h. El coche quedó inmovilizado y la policía acompañó a Hamilton a su hotel. Fue multado con 578 euros y tardó un mes en recuperar el permiso de conducir.
El piloto británico, de 25 años, conducía un Mercedes y al llegar a una zona muy concurrida por aficionados al automovilismo en estos días de carreras, creó su propio espectáculo y realizó trompos, derrapes y frenadas para quemar neumáticos. La concurrencia quedó encantada. Pero Hamilton fue parado por la policía local, su coche fue inmovilizado y será citado ante la justicia y, probablemente, multado por conducción temeraria en el centro de la ciudad. Ron Walker, presidente de la organización el Gran Premio de Australia, que se disputa el domingo, confesó que no sabía nada del incidente cuando fue requerido por los medios de comunicación locales.
"Conduje de manera temeraria y, como consecuencia, me paró la policía", confesó después Hamilton en un comunicado emitido por el equipo McLaren. "Lo que hice es una idiotez y pido perdón por ello". El incidente se produce justo dos días antes de la segunda carrera del Mundial de F-1, con lo que adquiere cierta gravedad. Nadie podrá librar a Hamilton de una multa ejemplar, pero parece difícil que llegue a ser detenido.
Sin embargo, no es la primera vez que el británico tiene incidentes con la policía. En diciembre de 2007, en Francia le retiraron el carnet de conducir cuando un radar detectó su Mercedes CLK a 196 km/h en la autopista entre Calais y Reims, al norte del país, en la que podía circularse a 130 km/h. El coche quedó inmovilizado y la policía acompañó a Hamilton a su hotel. Fue multado con 578 euros y tardó un mes en recuperar el permiso de conducir.